El día despierta.

Comienza perezoso y risueño
con su frágil luz y colores en el cielo.
De a poco despierta a las criaturas
que en su aleteo matutino anuncian su llegada.
El frió nocturno se transforma en brisa mañanera,
y con ella bailan las hierbas y los árboles susurran.

Frágil el alba comienza
con un cielo dorado y vainilla.
Fuerte en mañana se convierte
pintando de celeste sobre la Tierra.

El gallo anunció el día
junto con una cubeta de leche ordeñada.
Un trozo de queso caliente sobre el pan de trigo,
y alimentado, empezar la mañana.

Apenas se alza el sol sobre la colina
y los poetas y músicos recién despiertan.
El viejo hobbit ya está en el huerto
y el fuerte Peloso enciende la fragua.

Corren los niños a la fuente
para quitar el sueño de sus rostros
y murmuran los jóvenes somnolientos al trabajo
recordando la pinta de cerveza de la noche anterior.

Las sombras se acortan
en el valle de La Comarca.
El día a despertado,
cuando los elfos llaman al sueño.

Dawyne.